Paro de trabajadores del corralón municipal de San Fernando

Reclaman el pase a planta permanente y el cumplimiento del convenio colectivo de trabajo. El gremio denuncia que recibieron amenazas de funcionarios.

Por Rodrigo Lescano

La semana pasada ninguna vereda de San Fernando fue arreglada. Tampoco los desagües fueron limpiados y las refacciones de las escuelas se paralizaron. Esa extraña imagen de paralización de la obra pública, a menos de 40 días para las elecciones generales, se debe a que los trabajadores municipales del corralón del Centro de Servicios y Obras Públicas, perteneciente a la Municipalidad que comanda Juan Andreotti, decidieron colgar sus herramientas contra la inestabilidad laboral y los salarios bajos.

Desde el pasado martes se encuentran en estado de asamblea permanente por el pase a planta permanente del personal precarizado. Con una planta aproximada de 230 operarios, el 60% del corralón posee "contratos basuras". Esta modalidad de contratación no garantiza las condiciones laborales dignas establecidas por el convenio colectivo de trabajo. Por un lado, hay quienes están contratados por un período de tiempo determinado y, por el otro, quienes están a destajo. Los últimos no cobran aguinaldo y, al igual que sus compañeros contratados, no saben si tendrán continuidad laboral en un futuro.

La insuficiencia salarial es otro de los motores del paro. Por trabajar de lunes a viernes nueve horas, cobran solo 130 mil pesos, un valor que apenas supera el umbral de indigencia pronosticado por el INDEC para julio de este año. Es por eso que reclaman las recategorizaciones según la tarea que desempeñan, lo que les permitiría cobrar un aumento de 30 o 40 mil pesos en el salario.

Radiografía de la lucha

El conflicto comenzó semanas atrás en la última negociación paritaria entre el municipio y la Asociación de Trabajadores Municipales. Allí, el delegado Santos Pereyra reclamó el pase a planta permanente de ocho trabajadores del corralón que tenían más de 10 años de antigüedad. El municipio accedió, pero el director del corralón, Luis Hansen, propuso que sean ocho y que la mitad sean elegidos por él.

Como respuesta, el gremio dio su negativa a esta negociación, ya que ellos ya tenían un listado de los compañeros a proponer para acceder a la planta permanente. A partir de allí, el conflicto se recrudeció y el miércoles pasado se realizó un bloqueo de los portones del corralón municipal. Este jueves intervinieron fuerzas de seguridad para amedrentar a los manifestantes, pero no lo lograron.

Carlos Cáceres, secretario general del gremio municipal, comentó a LA PRIMERA que se reunió con el secretario de Obras e Infraestructura Pública, Santiago Ríos, y que solo recibió amenazas: "Dijo que solo hay bono si levantamos el paro y que van a poner en planta cuando el municipio quiera".

Este medio se comunicó con fuentes de la Municipalidad quienes descartaron que haya habido amenazas y afirmaron que la suma extraordinaria decretada por el ministro Massa se pagará sin distinción. También resaltaron que el paro solo es llevado por un sector del corralón.

Consultado sobre la intervención del Ministerio de Trabajo local, Cáceres afirmó que "el sector municipal pasa desapercibido en esa cartera que responde a Massa". Al cierre de esta edición, el paro continúa y no se descartan movilizaciones para esta semana. El sindicato está elaborando una denuncia legal por las amenazas recibidas y se reunirá con la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses para analizar los pasos a seguir.

Los municipales cuentan con el apoyo del Movimiento de Agrupaciones Clasistas, el cual se acercó para poner a disposición de lo que decidan en sus asambleas. Contextualizan este conflicto en el marco del ajuste del gobierno y el avance de la derecha y exigen que la CGT tome cartas en el asunto.

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